Dar vueltas antes de empezar a escribir ya es característico de mí. Sea de lo que sea que tenga que hablar. Cuando tengo que hablar pelotudeces las digo rápido, cuando tengo que hablar de temas serios, no. (¿Hablo de mí o de la mayoría de las personas?)
Antes de escribir lo que sea que salga, quiero decir que me incluyo en ciertas críticas.
Hace unas entradas subí un fragmento de un libro de Marcos Aguinis, con el cual me siento bastante identificada. Reconozco que no soy de gran amplitud bibliográfica. Y sinceramente, no se porque. Leer me gusta bastante, solamente por pereza no busco libros, es una de mi lista de metas para los próximos años. No hacer tantas boludeces y usar la computadoras para fines más últiles. Ese libro lo tuve que leer para Lengua y Literatura de la escuela. Y como ya dije, me sentí bastante identificada.
Este es mi espacio de reflexiones. Cada cosa que pienso la expreso en este blog- bueno, no cada cosa, pero una mayoría-. Y creo que, como siempre dije, escribir ayuda a aclarar un poco las ideas. El hablar de un país, de nuestro país siendo más explícita, implica varios puntos. De los cuales, en algunos me siento capacitada para dar mi opinión y en otros no, porque no conozco tanto de los temas como para tener un juicio crítico.
Siendo parte de la sociedad, un civil más, y más importante, adolescente en camino a ser un adulto, estoy teniendo muy en cuenta que es lo que voy a dedicarme a estudiar y a trabajar. Atada al sistema, me veo obligada a elegir una carrera que me haga feliz y que a su vez me mantenga económicamente. Entonces, intento crecer en cuanto al conocimiento para saber "que hacer con mi vida", como tantos se preguntan.
¿Qué hacer con uno mismo?; ¿Qué hacer con los demás?; ¿Qué hacer con el país?. Otra vez las putísimas preguntas a las que no les encontramos respuestas.
Bueno, yo no sé que es lo que cada uno querrá hacer con su vida, pero si se -y creo que es la mejor manera-, que para poder y aprender a vivir en democracia se necesita respetarse a uno mismo y respetar al otro. Todo se aprende en la vida, hasta el respeto. Entonces, me pregunto yo, ¿Qué es la base del ser humano? ¿Qué necesita el ser humano para convertirse en lo que se dice una persona? Si, educación. Aprender a respetarse es tan importante como aprender a atarse los cordones o aprender a sumar, dividir, restar y multiplicar. La educación es la base de una persona. Cuánto más información y más educación obtenga el ser humano, más digna va a ser de ser llamada una persona y de tener una mejor calidad de vida. (Con información, me refiero a la información que de verdad se necesita, no a la sobrecarga de datos como si fuesemos chips de computadora). A partir de la educación, la persona puede trabajar, y mantenerse económicamente. Lo querramos o no, somos una sociedad atada al dinero.
Pido perdón si lo que intento decir no está muy claro, yo tampoco se como organizarme para decir todo lo que pienso. En realidad, lo que me impulsa a escribir sobre esto son charlas que tuve en la escuela que de verdad me hicieron pensar, y a su ves el revuelo mediático que se armó entre famosos y políticos. Pensar en que un sistema nos tiene atrapados, y que a partir de eso debemos vivir, de verdad me aterra. ¿No sería mejor si nosotros atrapamos al sistema? Creo que si vivieramos en el capitalismo, y no abusaramos de él y no nos absorbiera de tal manera como lo hace. Todo en el mundo sería distinto.
El creer que somos mejores por tener mejores objetos que ni siquiera tienen relevancia en la vida del ser humano, es sobrepasar los límites. Convertirse en un chip de computadora que tiene demasiada información no sirve. Si partimos de la educación, como base de la vida, se debería dar educación de manera equitativa y proporcionada.
Luego está el trabajo.
No quiero hablar del gobierno como el gran culpable -aunque si pienso que tiene gran parte de la culpa- quiero intentar entender que es lo que falla en los argentinos, que existe tanta rivalidad. Hablo de tener todas las posibilidades para estudiar, para conocer, para trabajar, y no aprovecharlas. De caer en ese "no me importa nada" en el que la mayoría de la gente está tan hundida. No le importa si hay gente que llora de hambre, no le importa que va a hacer en el futuro y no le importa si llega el apocalipsis y ellos no tuvieron ninguna meta que alcanzar. No les importa, hasta que alguien se mete con su tan querido bolsillo. "La plata mueve al mundo" La plata lo mueve, lamentablemente.
Tabién existe gente que lucha todos los días para tener algo de comer, para lograr pasar otro día en la Tierra. Y la gente afortunada, lucha también por mantenerse en el estatus económico en el que está situado, y por lograr sus ideales. (Muchas veces estos idales no tienen que ver con el dinero, si de verdad les apasiona algo, luchan por eso). La gente que "no le importa nada", o simplemente le importa pero cuando de verdad necesitan de ella desaparece, es la gran víctima - según mi parecer- de lo que se llama el facilismo argentino. Nada le importa, pero cuando le tocan el bolsillo, o ve que alguien llora de hambre espera un ente del más allá que les de comida y medios para que puedan vivir bien. Como dice el título del blog, DIOS NO ES UN TITIRITERO, y el hombre, como ser que habita el mundo, es el que tiene que disponer de su vida y a partir de lo que hace con su ella, influír en los demás. Nadie te regala nada, trabajá. Y antes de trabajar, estudiá. Y rompete el culo y quemate la cabeza estudiando.
Entonces, ahí es donde el gobierno -siempre hablando desde mi humilde opinión- debería enfatizar y promover la educación. Y lo que de verdad se llama EDUCACIÓN. Luego el trabajo.
La ignorancia, la desesperación, el desempleo y el "no me importa UNA MIERDA de nadie" llevan a la delincuencia, lo que lleva a la inseguridad y eso es lo que lleva al prejuicio.
Lamentablemente, aunque querramos ayudar a aquellos que necesitan de verdad una moneda, un plato de comida, o algún electrodoméstico para tener una mejor calidad de vida y de verdad, desde su ignorancia se preocupan y trabajan de lo que pueden; es muy cierto que a aquellos que sentimos miedo y paranoia ante la situación de inseguridad, se nos pasa por la cabeza el "ser demasiado buenos, y terminar con un tiro en la frente".
Existiran temas que no conozco y de estos que hablé tendré que informarme más para tal vez cambiar de opinión. Pero creo que quejándonos y criticándo no vamos a llegar a ningún lado. Creer en uno mismo y en el progreso de uno mismo es tan importante como creer en otras personas y en un país también, al que de manera atroz, adoramos.
El egoísmo sano (llamemoslo así) es luchar cada día por los sueños que tengamos, y pensar en los demás tanto en uno mismo, sin importarnos la influencia que tenga en la mejora de la economía, de la cultura, de la situación social o de lo que carajo sea que afecte a nuestro país. Pensar en que podemos ser mejores personas, menos dependientes, menos consumistas y más humanos; incluír en nuestras obras a otras personas, nos va a llevar muy lejos. De eso si estoy segura.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment